Starship, un fallo anunciado.

 El pasado mes de abril, SpaceX por fin iba a lanzar su buque insignia, la nave Starship propulsada por el potente cohete Super Heavy Rocket, pero ese sueño, de momento, solo ha durado 4 minutos de vuelo...




El pasado 20 de abril, se llevó a cabo el lanzamiento de la nave espacial más ambiciosa de la compañía espacial norteamericana SpaceX, la Starship. Esta nave, que en este vuelo orbital de prueba, volaría sin tripulación a bordo, y estaría propulsada en su primera fase por el cohete de alta potencia denominado por SpaceX como Super Heavy Rocket.

Durante la fase de lanzamiento, el Super Heavy Rocket debía lanzar a la Starship hasta alcanzar una altura cercana al limite de Kharman, es decir, los 100 km de elevación, momento en que los motores de servicio de la Starship debían encenderse hasta alcanzar la órbita baja, dar una vuelta completa a la Tierra y descender mediante la maniobra de reentrada atmosférica y regresar al punto de lanzamiento. Pero la experiencia que vivieron los soviéticos durante la carrera espacial de los años 60, demostró que un cohete con más de 5 motores es muy complicado de controlar y compensar durante un largo encendido...


Imagen en detalle de los 30 motores NK-15 del cohete soviético N-1, que está siendo colocado
sobre la plataforma de lanzamiento. Fuente: Twitter / Andrew Rader.

El cohete N-1 (Nositel-1) soviético, propulsado por 30 motores NK-15 en su fase de lanzamiento jamás logró salir de la atmósfera. Los fallos de compensación de combustible y las pérdidas de potencia, hicieron que es monstruo que había diseñado Serguéi Koroliov antes de su fallecimiento, no logró superar la línea de Kharman y explotase en las 4 pruebas de vuelo realizadas, ya que el sucesor de Koroliov, Vasily Mishin, no supo continuar con la ardua tarea de diseño del N-1 y trató de compensar todo el peso del cohete (2.700 Tn) en el momento del lanzamiento con 30 motores. Este hecho de dejó a los rusos fuera de la carrera espacial para llegar a la Luna, dejando el camino libre para el proyecto de Estados Unidos, liderado por el ingeniero alemán Wenher Von Braun.

El Super Heavy Rocket estaba propulsado por 29 motores Raptor que debían funcionar a plena potencia durante el lanzamiento, y SpaceX que ya tenía experiencia en lanzamientos con cohetes de múltiples motores como el Falcon-9 y el Falcon Heavy, tenía un gran bagaje a su favor, pero tuvo varios problemas que finalmente actuaron en su contra.


Se puede observar que durante el despegue de la nave Starship ya había varios motores que
fallaban, posiblemente por impacto de restos de hormigón de la base de lanzamiento.
Fuente: Larepublica.pe

El primero de ellos fue la chapucera plataforma de lanzamiento que había sido construida expresamente para este vehículo, la cual, en el momento del lanzamiento, el hormigón de la base fue arrancado del suelo por la acción de los 29 motores e impulsado hacia todas direcciones causando cuantiosos daños materiales y estructurales, de los cuales, posiblemente esa metralla de rocas causase los primeros fallos en algunos de los motores Raptor del cohete, que le costó mucho esfuerzo elevarse del suelo y comenzar a tomar velocidad.

El segundo fallo se encontraba en la configuración de despegue del propio cohete, pues estaba despegando con los aerofrenos de control de aterrizaje totalmente desplegados. Esto estaba provocando el lento ascenso del conjunto orbital, que de haberse mantenido plegados, o en su caso, en posición extendida pero con el vórtice de ataque en vertical, la aerodinámica del conjunto habría sido más eficiente durante el ascenso.


Se puede apreciar la posición horizontal de los aerofrenos del propulsor principal, en la misma posición
que estaban configurados en el momento del lanzamiento.
Fuente: Universe Today

El tercero fue, como explicamos más arriba con el N-1, los fallos de los motores que fueron apagándose paulatinamente hasta llegar al punto de empuje negativo y la velocidad de ascenso iba reduciéndose hasta llegar a un momento crítico, en el que control de tierra trató de liberar la Starship para separarla del conjunto y evitar la caída mediante sus propios motores, pero los pernos pirotécnicos no funcionaron correctamente, y tanto la nave principal como el propulsor iniciaron una caída a tierra fuera de control, por lo que finalmente SpaceX optó por la autodestrucción para evitar daños mayores en caso de que cayesen en una zona geográfica poblada.

Según algunos anuncios posteriores de SpaceX y de su fundador, Elon Musk, en pocos meses se realizará un nuevo lanzamiento, con instalaciones mejoradas y dando una solución óptima a los problemas encontrados durante este primer y efímero vuelo de prueba orbital de la nave espacial Starship.

Y por supuesto, desde Rocket Chaser y desde la Asociación Astronómica de Andratx estamos deseando ver de nuevo a ese gigante metálico de 120 metros de altura sobre la base de lanzamiento, e iniciando la cuenta atrás de los últimos segundos para el encendido de sus 29 Raptors a plena potencia.


Fuente: SpaceX




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